Pedí mi primer martini en un bar de Barcelona, que se llama (valga la redundancia) Dry Martini: ginebra agitada en frío, un toque de vermut, adornado con una aceituna. Seco y refrescante. Espectacular. Pero, ¿se puede hacer de otro modo? ¿sin ropa de noche y sin barmans con sus herramientas?

La receta es simple e invita a probarla. La ginebra es la clave, pero ¿ tiene que ir siempre vermut? …hay muchos excelentes vinos de bouquet, como el moscatel, un Sauvignon Blanc o un Gewürztraminer alemán.

Vamos hacia atrás en el tiempo y estamos en Son Moragues, Valldemossa. Uno de los mejores aceites de Mallorca se crea a partir de sus olivos centenarios de la variedad autóctona, La Mallorquina. Decidimos usar el orujo del aceite de oliva para elaborar nuestra ginebra que recibe ese mismo nombre.

Hay una comida increíble, buenos pa amb olis, sobrasada picante casera, queso mahonés y botifarrons a la parrilla. A mí me toca encargarme del aperitivo. Mi plan: Martinis, pero con estilo mallorquín con un toque de mi hogar, un Martini de gourmet.

Utilizo un gran tarro de cristal, como los de hacer conservas, como vaso mezclador, ya que tiene la ventaja de poder preparar más copas a la vez. Generalmente no mido las cantidades, lo hago a ojo. Una generosa dosis de Gewürztraminer seco y unas gotas de aceite de oliva. Ginebra (por supuesto, tiene que ser Gin Eva La Mallorquina) y vino aproximadamente en una proporción de 4 : 1. Agito todo vigorosamente en el tarro de cristal, cuanto más tiempo, más se diluye el cóctel, me gusta, pero no con exceso.

Antes de servir el cóctel siempre trato de reajustar si es necesario con ginebra o vino. Finalmente pongo una aceituna en cada vaso y listo. Qué puedo decir, el Martini es muy bien recibido y la gota de aceite proporciona una gran textura, dejando los labios sedosos al beber.